Los caurienses han dicho adiós, hasta el año que viene, a su patrona, la Virgen de Argeme, después de su estancia en Coria. Ayer, finalizó un intenso programa de actos en torno a la imagen y que como colofón se celebró durante todo el día la popular romería que reunió a cientos de personas en los alrededores del santuario.

Durante doce días, han sido muchos los gestos de cariño y devoción que los más fieles han expresado hacia a su patrona durante su estancia en la catedral. A primera hora de la mañana, decenas de devotos se congregaron en la catedral para iniciar el camino de regreso hasta el santuario, algo más de cinco kilómetros a pie, que para muchos ha sido una satisfacción acompañar a la patrona. Para esta ocasión vistió un manto donado por Paula Alcoba, una vecina de Coria. "Era un vestido blanco, confeccionado con lo que fue el traje de novia de Paula Alcoba y con remates de color plata", explicó la Camarera Mayor, Argeme González, instantes después de llegar al santuario donde conforme pasaban las horas el número de personas crecía.

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Después llegó la hora de la misa de campaña presidida por el Obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres, Francisco Cerro, ante un público masivo que trataba de aminorar las altas temperaturas a golpe de abanico, otros buscando la sombra y otros con botella de agua en mano. "Hace muchos calor, pero merece la pena sacrificarse por nuestra Argeme", comentaba Petra González, mientras se incorporaba de su silla para aplaudir la llegada de la imagen de la Virgen, vestida con un manto de color beig con brocado dorado y donado por Purificación Martín Parro. "Es la primera vez que la Virgen estrena este manto en la misa", señaló la Camarera Mayor que ayer se despidió tras cumplir su ciclo de cuatro años. "Quisiera agradecer el magnífico trabajo de toda la directiva", subrayó.