El Casco Histórico de Coria ha sido objeto, en las últimas semanas, de un continuado vandalismo que atenta contra el patrimonio artístico, histórico y cultural y en detrimento de la imagen de la ciudad. Estos hechos, que le cuestan al consistorio 60.000 euros de gastos al año para reponer los destrozos, han llevado al alcalde a denunciarlos y a alertar a la ciudadanía para pedir colaboración denunciando estos hechos y poder, "ponerles freno", afirmó. Aunque el vandalismo se ha intensificado en las últimas semanas, el propio alcalde resaltó que estos actos empezaron hace meses cuando tiraron por el Mirador de la Catedral un tablado que se había instalado para un espectáculo y que, una vez repuesto, lo quemaron.

A este acto, hay que sumar otro más, como el cometido hace unos días en el que una o varias personas cogieron algunos palés de granito que se usan estos días en las obras de sustitución del empedrado de la parte antigua. "Alguien los arrojó al foso del Castillo, perdiéndose de esta manera gran cantidad de material y dinero destinado para esta obra", señaló el alcalde.

Lamentablemente a estos hechos hay que incluir también los destrozos provocados en diversos carteles informativos y señalizaciones de la zona intramuros que han sido arrancados y quemados. También han arrancado parte de la iluminación cerca de la catedral y han hecho enormes pintadas en los muros de ésta.