Una nueva avería en el sistema de impulsión volvió a dejar a gran parte de Navalmoral sin agua. El incidente es similar a los que se produjeron durante el verano y que tuvieron varios días en alerta a la empresa concesionaria y al consistorio, que pidió moderación en el consumo a los vecinos.

En esta ocasión, el problema surgió a la altura del Centro de Formación del Medio Rural, situado entre Navalmoral y Talayuela, alrededor de las 12 de la noche del pasado martes. Los operarios de Urbaser, empresa que tiene la concesión del agua en Navalmoral, estuvieron trabajando hasta las cuatro de la madrugada intentando localizar la rotura sin éxito; los trabajos se retomaron a las seis de la madrugada y no fue hasta alrededor de las nueve de la mañana del miércoles cuando se localizó la avería. Luego los trabajos para solucionarla no terminaron hasta las seis de la tarde aproximadamente, según ha relatado José Ramón Pérez, responsable del Servicio de Aguas. En definitiva, se tardó alrededor de 18 horas en atajar la avería. Durante todo este tiempo, el suministro de Navalmoral se mantuvo gracias al depósito, cuya capacidad empezó a tocar fin alrededor de las 8 de la tarde. Fue entonces cuando el corte se dejó sentir en la población, que se quedó sin suministro durante unas cinco horas, hasta que el depósito reestableció un nivel mínimo.

Los habitantes de Navalmoral no fueron los únicos que sufrieron el corte. Las cuatro poblaciones vecinas que se alimentan de Navalmoral -Peraleda de la Mata, Millanes de la Mata, Belvís de Monroy y Valdehúncar- también dejaron de recibir suministro. De nuevo el caso más dramático ha sido el de Millanes, que no tiene suministro alternativo como el resto de los municipios. Alrededor de las seis de la tarde de ayer fue cuando los grifos de Millanes no expulsaban agua. "Dependemos de Navalmoral, si mañana -por hoy- no se ha reestablecido tendré que ir a por cisternas de agua", explicó ayer por teléfono a este diario Miguel Angel Jiménez, alcalde de Millanes. En principio, las intenciones de Urbaser son restablecer el suministro a las poblaciones vecinas lo antes posible, es decir, a lo largo de esta mañana.

Los problemas de agua de Navalmoral no son nuevos, más bien todo lo contrario: la antigüedad de las tuberías y su mal estado hace que surjan problemas similares con bastante frecuencia, aunque no siempre los llega a sufrir la población gracias al depósito. La solución definitiva llegará cuando la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) termine las obras del nuevo abastecimiento para la comarca del Campo Arañuelo, que comenzaron en enero de 2007.

Pero este no es el único problema de agua que sufre Navalmoral, la sequía también afecta. Según explicó ayer el primer teniente de alcalde moralo, José D. Pascual, Navalmoral está cogiendo agua ahora mismo directamente del río Tiétar, porque la presa de Las Veguillas, que se lleva utilizando desde octubre de 2007, está seca. El pasado mes de julio, el presidente de la CHT se comprometió a solucionar este problema de abastecimiento en un plazo "de dos meses", pero el ayuntamiento no ha vuelto a saber nada de este proyecto.