Las cabañuelas las llaman por otras partes. En villas y lugares de los septentriones extremeños, les dicen las canículas. Hay que observar con lupa cualquier cambio atmosférico y de otras índoles los trece días primeros de agosto, a fin de sacar conclusiones para el año venidero. Aniceto Hernández Jiménez, más conocido por Ti Cetu "El Alcalde de la Cuesta", que hace ya unos años se fue a visitar las malvas del camposanto y no volvió, me decía en una ocasión: "El primel día de agóhtu rigi el añu, pa lo buenu y pa lo malu". Y me refería que no solo "regía" el tiempo, sino la propia salud de la persona. "A mí -me contaba- me se metió cumu un motol de un cochi, tal que el primel día de agóhtu, en la cabeza y, aluegu, anduvi tó el añu con el bumburrumbún metíu en drentu".

El día 1 de agosto, efemérides de San Nemesio, ha sido escogido por don Mariano para sacar la lengua de paseo. ¡Ya era hora! Don Tancredo, la Esfinge, el Convidado de Piedra, la Estatua, que así fue bautizado en la calle y en la prensa, se ha visto arrastrado al palacio de Las Cortes para dar cuenta de sus andanzas y desandanzas. La sombra de Luis Bárcenas sigue siendo alargada. Todo puede ocurrir en esa fecha. Podría enrocarse como su socia Mari Loli, negando, cual San Pedro redivivo, una vez, dos y tres veces. El eco de "mentira, mentira y mentira", procedente del caserón de Los Gilitos, aún sigue resonando por España entera. ¿Será cierto? Ya lo decía Goebbels, ministro de Propaganda del III Reich: "Una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en verdad".

Cuidado con las canículas del primer día de agosto. Un día como éste, hace 521 años, tuvieron que abandonar esta piel de toro los judíos vergonzosamente expulsados. Y 103 años más tarde moría en la horca Gabriel Espinosa, el "pastelero de Madrigal", que pretendía suplantar a don Sebastián, que fuera rey de Portugal. Nadie habla de blandir flamígeras espadas ni de levantar cadalsos. Pero ojo al dato. La gente está más que harta de tanta mentira y corrupción. Si se mira a la derecha, el panorama es desolador.

¿Qué nos van a decir de un PP que se niega a cambiar, en Toledo, el nombre de la calle "18 de Julio", fecha de triste y fascista memoria, por el de Nelson Mandela, premio Nobel de la Paz? Y si se mira hacia aquella otra derecha nacionalista catalana o hacia la izquierda desteñida, tenemos más de lo mismo.

Los dioses libren a Rajoy del "bumburrumbún" que se le metió a Ti Cetu en la cabeza, pero que no olvide que también un primero de agosto de 1920 Gandhi, el apóstol de la no violencia, inició una campaña de desobediencia civil.

Desde este tercer día de luto nacional, envío mis condolencias y mi clamor solidario para familiares y amigos de las víctimas del terrible accidente ferroviario. Todos, embargados por la pena, lloramos por Galicia..