Los caurienses despidieron ayer lunes a su patrona, la Virgen de Argeme, después de su estancia en Coria y que ya no volverá a visitar la localidad hasta el año que viene. Ayer se puso fin a un intenso programa de actos en torno a la imagen desde el 2 de mayo. Durante doce días, han sido muchos los gestos de cariño que los más fieles han expresado hacia a su patrona durante su estancia en la catedral. Con motivo de las fiestas de la patrona, además se han realizado numerosas ofrendas de particulares, asociaciones y escolares, y la tradicional Salve de las Luces en la plaza de la Catedral, organizado todo por la Cofradía de la Virgen de Argeme.

Tras una semana intensa de actos, ayer, a primera hora de la mañana, decenas de devotos se congregaron en la catedral para iniciar el camino de regreso hasta el santuario, algo más de cinco kilómetros a pie. Para el camino de subida al santuario, la Virgen vistió un manto de color verde rodeada toda de una extensa decoración floral que adornaron las andas que muchos caurienses quisieron cargar durante el camino hacia la ermita.

Una vez allí, se celebró la misa campaña presidida como es habitual por el obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres, Francisco Cerro, y seguidamente se celebró la popular romería que reunió a cientos de personas.