El centro de descontaminación de vehículos, en el que se tramitan las bajas los automóviles y su posterior destrucción, lleva funcionando dos semanas y ya ha recepcionado más de un centenar de coches.

El propietario de las nuevas instalaciones, Faustino Martín, ha habilitado en 2.800 metros cuadrados las tres zonas que exige la ley en estas edificaciones. La primera es la de recepción, que tiene 300 metros cuadrados y es donde se depositan los vehículos que van a ser descontaminados. La segunda zona es la propia de descontaminación. En 500 metros se ha construído una nave para retirar los aceites contaminantes de los vehículos, además de los líquidos de frenos y los anticongelantes, entre otros. Estos productos desembocan en unos depósitos homologados. También se les sustraen los neumáticos. "De lo que se trata es de limpiar definitivamente el vehículo de todo lo que puede contaminar el medio ambiente", afirmó Faustino Martín.

ALMACENAMIENTO Una vez superado este proceso, los coches ya descontaminados pasan a la zona de almacenamiento, que ocupa 2.000 metros cuadrados. Cuando se alcancen los 200 o 300, estos vehículos serán trasladados a una prensa hidráulica, que gestiona una empresa madrileña para empaquetarlos y fundirlos.

Martín sostiene que, en principio, no va a despiezar los coches, sino es a petición de los dueños de los mismos.

La construcción de estas instalaciones ha supuesto una inversión de 18.000 euros y para salvaguardar la seguridad se ha tenido que tratar el suelo con un producto inífugo.

Las nuevas instalaciones cuentan también con una depuradora de aguas pluviales, capaz de limpiar 20 litros por segundo. Todas estas medidas sirven para que la contaminación quede totalmente aislada en el centro.