Al sur de la comarca verata, en un alto y un llano como su propio nombre indica, se sitúa el pueblo de Collado de la Vera. El término posee una gran jurisdicción que fue incluso mucho más amplia al disponer entre sus tierras hasta 1813, fecha de la última división de provincias, del término de Casatejada.

Collado de la Vera, el municipio con menor población de la comarca, ofrece una especial atracción para el turismo de verano por sus charcas naturales de Las Pilas, en la Garganta de Pedro Chate. El terreno es en su mayor parte accidentado por frecuentes colinas y cerros de sustrato granítico y pizarroso, entre los que se abren paso pequeñas gargantas. En la zona sur el relieve se aplana, formando ricas vegas explotadas en regadío. Los principales cursos de agua son el río Tiétar y su afluente, la garganta de la Jaranda.

El clima es de tipo mediterráneo continental templado. Destaca la presencia de castañares, robledales, alcornocales, junto a otras especies que componen el matorral, como brezos, madroños, jaras, etcétera. Situada entre el río Tiétar y la Cordillera Central, protegida de los vientos del norte y abundantemente expuesta al sol, La Vera disfruta de abundantes aguas y un relieve accidentado, factores todos que permitieron el asentamiento humano ya desde los primeros tiempos históricos. Desgraciadamente no existe ningún trabajo que haya abordado seriamente el estudio de los restos arqueológicos de la comarca, si bien han sido citados en algunas obras sobre la Alta Extremadura.

ARQUITECTURA Collado de la Vera posee una interesante muestra de arquitectura religiosa, la iglesia parroquial de San Cristóbal, del siglo XV, realizada en mampostería, sillarejo y ladrillo, que disfruta desde el siglo XVI del privilegio de tener todos los años el jubileo en la jornada de Miércoles Santo. Se trata de la obtención de indulgencia plenaria por visitar cierto templo en cierta fecha, como por ejemplo Santiago de Compostela en su Año Santo (cada vez que el día 25 de julio, festividad de Santiago Apóstol, cae en domingo).

Por otra parte, es una zona muy solicitada por los pescadores que buscan diversas especies: trucha común, trucha arco iris, barbos, bordallos o bogas. Las técnicas de pesca más utilizadas son la cucharilla, al tanteo , con lombriz, con gusarapa, con canutillos, gusano de vinilo, moscas, rapala y pez artificial.

Pueden visitarse otros parajes en los alrededores, además de las pilas de la garganta de Pedro Chate. De hecho existe una ruta trazada en este enclave. También son de interés el ayuntamiento y el Puente de La Caraba.