El consistorio moralo deberá abonar algo más de 200 euros a un ciudadano de la localidad por los desperfectos que sufrió su vehículo al caerle encima la rama de un árbol mientras estaba aparcado en la vía municipal. Los hechos ocurrieron en el año 2002 y el afectado, Francisco Javier Durán, solicitó al ayuntamiento que pagara los deterioros.

En una sesión plenaria se acordó que se le debía pagar el importe de la franquicia de la compañía aseguradora del consistorio, cifra que para Durán no era suficiente. El propietario del vehículo, al no recibir ninguna cantidad, decidió vender el coche sin arreglarlo, por lo que el juez, meses más tarde, desestimó la demanda económica de Durán, ya que no había papeles que certificaran que el coche había sido arreglado.

Tras esta sentencia, el ayuntamiento no abonó a Durán ni siquiera la cantidad acordada en el pleno, por lo que sus abogados decidieron recurrir, y la nueva sentencia ha sido favorable al ciudadano moralo. El juez estima que el Ayuntamiento de Navalmoral debe pagar la cifra acordada en la sesión plenaria porque está firmado en acta, además de los intereses que corresponden.