La delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, informó ayer que las personas detenidas por la agresión a cuatro jóvenes marroquís y los desperfectos causados en el domicilio de uno de ellos el pasado 26 de junio ya son catorce. A las cinco detenciones iniciales de la Guardia Civil se han sumado nueve más y entre el total de inculpados hay seis menores y ocho adultos.

Pereira ofreció estos datos en su visita a Navalmoral, a donde acudió acompañada por el subdelegado del Gobierno en Cáceres, Fernando Solís, para entrevistarse con una veintena de presidentes de asociaciones de inmigrantes, aunque a la cita sólo acudieron cinco colectivos.

La delegada resaltó que estas peleas son un hecho aislado y que en Navalmoral "no hay ningún problema especial de racismo". Además destacó de que las trifulcas no deben considerarse "como una expresión de xenofobia latente" e insistió en que la situación que vive Navalmoral no es diferente a la de otros lugares que acogen a un gran número de inmigrantes, como Talayuela o Almendralejo.

Pereira recalcó que "su verdadera preocupación" se centra en que los implicados son jóvenes y la adolescencia es una etapa difícil para todos, "ya sean moralos o inmigrantes", máxime si los chicos consumen alcohol y "acaban generando peleas que culminan con ejemplos de vandalismo". La delegada anunció en este sentido que la Junta firmará un convenio con el Ministerio de Trabajo para pedir subvenciones en materia de inmigración para la región y que entre los programas se preveerán algunos específicos para los inmigrantes que "no están en edad escolar y se ubican en una fase entre la educación y el trabajo".

En cuanto a la solicitud de una comisaría de Policía Nacional --aprobada en el último pleno--, Pereira dijo que Navalmoral no la necesita.