La construcción que se levantó hace un tiempo en la calle Urbano González Serrano, cerca del Ayuntamiento de Navalmoral de la Mata y sobre lo que fue el antiguo edificio de Los Honorio, es el reflejo de la mala salud de la construcción, un sector paralizado y cuya crisis ha dejado en muchas ciudades imágenes que muestran bloques de viviendas a medias y con ladrillos sin vestir . Una vez más, el consistorio, en Junta Local de Gobierno, ha tenido que anular una nueva licencia de obras al caducar el expediente que se inició hace años con la intención de construir un edificio con viviendas y locales.

En el año 2011 se inició el expediente de caducidad y en base a un informe de la Policía Local en el que se hacía constar la ausencia de actividad en dicha obra. Ahora, si se quiere retomar el proyecto se tendrá que iniciar de nuevo el proceso de solicitud. La crisis del ladrillo ha vuelto a dejar en el camino otra obra parada en pleno centro de Navalmoral y también se lleva por delante a la propia empresa constructora, que está en concurso de acreedores. Un edificio ahora muerto que se suma a otros también a medio vestir como el de la calle Olivilla.