LAS ARTESANAS DE LA CIUDAD Y LA ZONA NORTE TIENEN UN PAPEL DESTACADO EN LA FERIA, QUE AFRONTA SU RECTA FINAL CON LA ULTIMA DE LAS JORNADAS MONOGRAFICAS Y DIVERSAS ACTIVIDADES. LA FALTA DE CONTROL DEL TRAFICO PROVOCA PROTESTAS Y LARGAS COLAS

Ifenor no ha querido dejar a un lado la artesanía, por lo que los puestos dedicados a la pintura, la cerámica o el encaje de bolillos ocupan un lugar preferente en el II Salón de Artesanía junto a asociaciones como el Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad, la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui o Placeat.

Situadas en el pabellón ferial, las pinturas al óleo y la cerámica de mujeres de Ahigal, Valverde del Fresno o Gargantilla abren el recorrido. Tampoco faltan las mantelerías y el encaje de bolillos con demostraciones en vivo, al igual que en un taller de filigrana o una joyería dedicada a trabajar la plata. El salón se completa con expositores de vidrieras, taxidermia o madera.

Las ONG están representadas por los Amigos del Pueblo Saharaui, que este año han decidido exponer los collares, pulseras, alfombras o tejidos que los niños que disfrutan del verano acogidos en la zona regalan a las familias. Con el dinero recaudado, costearán el viaje de los que vendrán este verano. Además, el MPDL aprovecha Ifenor para informar de sus proyectos de cooperación, vender productos de comercio justo e intentar captar a nuevos voluntarios.

JORNADAS SOBRE TURISMO Por otro lado, ayer se desarrolló en la Uned una jornada técnica sobre calidad turística, a cuya inauguración faltó el director general del Instituto para la Calidad Turística Española, Eduardo Palomino. Aún así, el portavoz del PSOE, Pablo Sánchez, aprovechó para pedir una sede regional del instituto y su ubicación en Plasencia porque "es el marco idóneo. El turismo es esencial para el desarrollo de la ciudad".

Además, el concejal destacó la importancia de estas jornadas porque precisamente "queremos que la calidad turística sea el pilar de una Ifenor diferente".

De la jornada de ayer, destacó también la queja de muchos conductores por la falta de regulación del tráfico, que provocó retenciones de hasta 20 minutos en la carretera de Salamanca al coincidir los coches que salían de la feria con los que se dirigían al partido de baloncesto.