Un vecino de la localidad cacereña de Navalvillar de Ibor, Leo M. F., fue detenido ayer tras matar a tiros a una de sus vecinas (Esperanza F. A).

El trágico suceso tuvo lugar sobre las 15.30 horas, cuando el hombre, de 62 años, disparó por causas desconocidas con una escopeta de su propiedad contra su vecina, de 60 años, casada y con cuatro hijos, causándole la muerte. El presunto asesino disparó desde el interior de su casa cuando su víctima, que vivía enfrente, pasaba a escasos metros de la puerta. La muerte fue instantánea y los servicios de emergencia desplazados no pudieron hacer nada para reanimarla. "Ha sido a traición", comentaba una vecina sentada a la entrada del pueblo. "El tiro ha ido directo al corazón", añadía con estupor.

El suceso causó una gran conmoción en esta pequeña población cacereña de 572 habitantes. Las caras serias daban la bienvenida a los periodistas desplazados. "Estamos aquí en la puerta porque estamos nerviosos. Yo tengo miedo de volver a casa", explicaba otra mujer. Según indicaron a este diario fuentes cercanas a la investigación de los hechos, la mujer asesinada era cuidadora de su presunto homicida y de la hermana de éste, "y no parecía que entre ellos existiera ningún tipo de problema o de mala relación". Una situación que han confirmado los vecinos del municipio. "Ella era la que más se ha preocupado por él y por su hermana. Les cosía ropa, les preparaba comida... Siempre estaba pendiente", comentaba una vecina a escasos metros de donde ocurrió el crimen y dónde el suelo aún mostraba el agua que limpió los restos de sangre.

Tras el crimen, el presunto autor de los hechos se encerró en su casa hasta que entregó por la ventana, y gracias a la intervención de un sobrino, la escopeta con la que efectuó los disparos y otra más que también tenía cargada, según la versión de los vecinos. Una vez desarmado, fue detenido por agentes de la Guardia Civil del puesto de Castañar de Ibor, que procedieron a la intervención de las armas y el traslado del presunto homicida a dependencias de la policía Judicial de Navalmoral de la Mata, que se ha hecho cargo de la investigación. Poco después de la llegada a estas dependencias del presunto homicida, éste tuvo que ser trasladado al hospital moralo, pues según indicaron las fuentes consultadas por este diario "no coordinaba, no era coherente en sus contestaciones y se encontraba en un estado ante el que se consideró conveniente someterle a un reconocimiento médico".

Dado su estado inicial, hacia las ocho de la tarde aún no se había conseguido del mismo una declaración, y al cierre de esta edición nada había trascendido aún sobre lo que había motivado a este vecino de Navalvillar de Ibor a disparar contra su vecina y cuidadora. "Se le habrán cruzado los cables", comentaban algunos vecinos. "Nadie se lo explica", afirmaba a última hora de la tarde el alcalde, Javier Morales. Hoy está previsto que el presunto homicida sea puesto a disposición judicial.