Distintos colectivos sociales de la localidad de Jerte se muestran "especialmente molestos" porque la Junta de Extremadura no ha tenido en cuenta las alegaciones que han presentado sobre la explotación de los recursos, principalmente agrícolas y ganaderos, que se explotando dentro del perímetro de la reserva natural de la Garganta de los Infiernos, según indicó el alcalde, Antonio García Santos.

En este sentido, el edil señaló que ha hablado con el director general de Medio Ambiente y le ha pedido que visiten la localidad "para estudiar sobre el terreno los graves problemas que afectan a los agricultores y al ayuntamiento". "Nos prometieron que así se haría", añadió, aunque Antonio García Santos criticó que "el tiempo va pasando y aquí no sabemos nada al respecto".

Por otra parte, el alcalde jerteño relacionó los problemas principales con el empleo de productos fitosanitarios en fincas ubicadas en el interior de la reserva de la citada garganta, cuyo cauce discurre además por los términos municipales de Tornavacas y Cabezuela, transformación de cultivos, la limpieza del terreno y los rozos.

García se mostró también partidario de cambiar la legislación actual "un poquito" para compatibilizar la reserva natural con las explotaciones agrícolas y ganaderas, sin olvidar a otros colectivos, "como es el caso de los pescadores".

Otra medida que, a su juicio, debería adoptar la Junta es la compra de algunas fincas grandes que están en el interior de la reserva y que sus propietarios están dispuestos a venderlas, "como la finca de La Solisa , dijo.

EUROPA García se quejó de que "desde Europa nos estén imponiendo ciertas normas medioambientales sin contar con los verdaderos protagonistas, que son los habitantes del Valle del Jerte".