Malpartida de Plasencia descansa entre la sierra de Santa Bárbara, que la separa de Plasencia, y las aguas del Jerte sobre unas tierras de secano que llegan a las Vegas del Tiétar, sólo salpicadas por pequeños regadíos. Su gran extensión, 372 kilómetros cuadrados, la llevan a tocar las sierras de Tormantos y Cañaveral.

Aunque sobre sus orígenes no todo se sabe, pues las tropas francesas destruyeron los archivos municipales en la batalla del Tiétar, no obstante hay vestigios de presencia romana, tanto en la localidad como en los alrededores, donde existen yacimientos que podrían tratarse de derivaciones de la cercana Vía de la Plata. También se han encontrado restos celtíberos en una dehesa.

Poseedora del título de Villa desde 1961, su emplazamiento está ligado a Plasencia, pues al fundarse ésta, en 1186, comenzaron a prosperar nuevos asentamientos próximos a ella. Cuentan que uno de estos poblados se llamó Malpartida, que tuvo un auge rápido gracias a que se cobraban los tributos de la trashumancia sin llegar a Plasencia.

EL CORO DE LA IGLESIA

Su monumento principal es la iglesia de san Juan Bautista, del siglo XVI. Se trata de un edificio de mampostería y granito, con un estilo que se sitúa entre finales del gótico y comienzos de renacimiento, de una sola nave con cuatro tramos esbeltos. Uno de sus elementos más vistosos es el coro. Luis Fernández García, en el libro Raíces chinatas , lo describe así: "El coro alto o tribuna es una de las más bellas creaciones del arquitecto Juan Alvarez. De puro estilo corintio, casi plana, estrellada, con multitud de nervios que la cruzan, soberbias pilastras herrerianas, escaleras majestuosas y triunfales, con balaustrada también de piedra, todo ello de tal magnificencia que atrae la atención y admiración de propios y extraños, que ven en ello una sorprendente y gran inteligencia, pues llega a límites inconcebibles, burlando las leyes de la naturaleza".

En Extremadura, los habitantes de Malpartida son chinatos , apodo que parece proceder de antiguas rivalidades con Plasencia que los malpartideños no dudaban en saldar a pedradas. Al parecer, los de Malpartida se trajeron de Plasencia a san Juan Bautista y cuando los placentinos intentaron arrebatarles la imagen salieron escaldados a pedradas (o chinas). También está la creencia de que el apodo proviene de un pequeño caserío de la población llamada La China.

Finalmente, destacar que la actividad del municipio se distribuye entre el sector agrario, los servicios y la construcción, que merece especial atención por el elevado índice de empleos que genera.