Los padres de la bebé de seis meses fallecida en urgencias del Centro de Salud de Miajadas en 2010 por una parada cardiorrespiratoria recibirán una indemnización de 126.000 euros, según ha decidido el Juzgado de lo Penal número 2 de Cáceres.

La sentencia, por conformidad, impone al médico que la atendió una multa de 180 euros por una falta de imprudencia, mientras que la Fiscalía había solicitado en su escrito inicial dos años de prisión y cuatro de inhabilitación por un delito de homicidio imprudente.

Al pago de la indemnización de 126.000 euros ha sido condenado el facultativo de la cual responderá subsidiariamente el Servicio Extremeño de Salud (SES) a través de su póliza de seguro concertada.

Los hechos ocurrieron el 26 de diciembre de 2010 sobre las 23.30 horas, cuando los padres llegaron con la bebé a urgencias del centro de Miajadas al haberse puesto la niña "morada tras atragantarse con un biberón".

La bebé padecía una cardiopatía congénita de la cual había sido operada el 24 de noviembre de 2010 en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, donde, señal el escrito de acusación de la Fiscalía, "habían indicado a los padres que si presentaba algún síntoma como ponerse morada tenían que acudir al médico".

El acusado, indica el Ministerio Fiscal, a pesar de la "insistencia" de los padres de que estaba recién operada, "se limitó a oscultarla a nivel de pecho y a decir que ventilaba bien que se fuesen tranquilos".

Para la Fiscalía la exploración fue "totalmente inadecuada e incompleta y no se tuvo en cuenta el soplo cardiaco y ni siquiera se hizo un informe del servicio de urgencias".

A la media hora los padres tuvieron que regresar con la niña al centro de salud al notar que "respiraba muy rápido y estaba pálida",

Al llegar les atendió un enfermero que al observar que tenía las pupilas dilatadas "comenzó a reanimarla, avisando al médico, continuando éste con la reanimación sin resultado y produciéndose el fallecimiento de la bebé".