La oferta gastronómica del parador nacional de Trujillo se ha reestructurado, según ha asegurado el alcalde popular Alberto Casero, desmintiendo así que la cocina de este establecimiento vaya a cerrar.

Según Casero, los establecimientos hosteleros en general están atravesando por dificultades y el parador de Trujillo no era una excepción. Sin embargo insiste en que no se cierra el servicio gastronómico, aunque sí será menos amplio que antes y más adaptado a la demanda.

Recordar que el parador tiene a su alrededor otros establecimientos que son una clara competencia en este sentido y eso hacía imposible también mantener la carta anterior.

Desde la dirección del centro, se asegura que el establecimiento continúa teniendo jefe de comedor y jefe de cocina. No obstante, sí matiza que se han llevado a cabo reubicaciones de espacios. Además hay comuniones reservadas que se van a atender sin ningún problema. Se pueden seguir celebrando bodas con capacidad de hasta 200 comensales y otro tipo de eventos porque el servicio de cocina permanece.

El reajuste de personal ha afectado a diez personas de distintos departamentos. Con todo ello, la plantilla de este antiguo convento de Santa Clara queda en 28 personas, aunque en momentos de demanda alta habrá una oferta más amplia.