La pelea ocurrió en febrero del 2013. El alcalde de Majadas de Tiétar, Aniceto González (Extremeños), y el entonces concejal de IU, Florencio Trujillo, iniciaron una discusión en el camino Maribáñez de la localidad. Acabaron a puñetazos. ¿El motivo? Que el alcalde no había publicado aún las actas del último pleno en el que se había acordado el reparto de los puestos de trabajo municipales.

La trifulca terminó con la denuncia de ambos en la Guardia Civil y ayer se juzgó en la Audiencia Provincial de Cáceres. El Fiscal pide siete años de prisión para Florencio Trujillo al considerar que fue este quien agredió primero al alcalde (cinco años por un delito de atentado y dos años por lesiones). También pide que se imponga a Aniceto González una multa de 800 euros por una falta de lesiones. El Ministerio Público sostiene que este último también agredió al exconcejal. La defensa del alcalde pide asimismo que se condene a Trujillo a siete años de prisión y solicita la absolución de su representado. El abogado de Florencio Trujillo solicita que se le absuelva.

No era la primera vez que protagonizaban una bronca. De hecho ya en el año 1996 se condenó a Florencio Trujillo por agredir al alcalde en una sesión plenaria. Eran habituales los encontronazos entre ambos políticos.

Versiones contradictorias

La pelea se produjo en mitad de un camino. Eso lo confirman los dos. Sin embargo las versiones de cómo se sucedieron los hechos son contradictorias. El alcalde sostiene que mientras él caminaba por esa zona apareció Florencio Trujillo a bordo de un coche, bajó la ventanilla y le profirió insultos como "ladrón, hijo de puta, mentiroso". A lo que González respondió con más insultos, diciéndole que el ladrón era él "porque has robado la luz".

Acto seguido, siempre bajo la versión de González, se bajó del coche y le dio un puñetazo en la cara y otro en la boca que le hicieron desplomarse en el suelo. Después Trujillo fue a coger un palo con el que tuvo la intención de golpearle pero no lo hizo. Eso sí, González negó en todo momento que pegara al exconcejal, ni si quiera para defenderse. "No soy culpable de nada", aseguró.

Por el contrario el exconcejal Florencio Trujillo sostiene que cuando se encontró al alcalde por el camino bajó la ventanilla de su coche para preguntarle por las actas del pleno y que éste le empezó a insultar. Dice que se bajó del vehículo para recoger a su perro, que iba andando, y que, estando delante el que también era concejal, Luciano Bernabé, y Santiago Medina, un vecino del pueblo, el alcalde le pegó y él se defendió. Bernabé y Medina, que ayer declararon como testigos, aseguraron que escucharon los insultos pero que no vieron que Aniceto González le pegara. "Todo esto ha sido una manipulación entre él --el alcalde-- y los dos testigos. Soy inocente", dijo Florencio Trujillo, haciendo referencia a que la versión de estos tres estaba pactada. La defensa del exedil, ejercida por Luis Expósito, detalló que se trata de un delito de lesiones y no de atentado a la autoridad porque el alcalde se extralimitó al insultar a su representado. El letrado señaló también que los testigos "no son fiables por tener intereses con el ayuntamiento".

La defensa de Aniceto González, representada por Estanislao Martín, destacó los daños físicos que le produjo la pelea (el alcalde perdió una pieza dental) y los psicológicos, ya que dejó de acudir a los plenos durante 10 meses para no encontrarse con el exconcejal.