Las obras de reforma de la iglesia de San Andrés Apostol han obligado a modificar algunos de los actos programados en Torrejoncillo para la celebración, en la noche de mañana, de La Encamisá, fiesta declarada de Interés Turístico Nacional desde 1973. De esta forma, los asistentes no podrán entrar al templo para acompañar la salida del estandarte de María Inmaculada, acto previo a la procesión de la Encamisá, que comenzará a partir de las 22.00 horas.

"Unos pequeños problemas en las obras de restauración en la iglesia nos obligan a cambiar de lugar varios actos", explicó ayer en Cáceres el alcalde de la localidad, Moisés Paniagua. El edil afirmó que la conservación de los nidos de cigüeñas de la torre del templo ha impedido avanzar los trabajos y lamentó que se tenga "tanto celo en la conservación de la naturaleza a cambio de sacrificar otros patrimonios".

Para esta edición, en la que se celebra el 150 aniversario del dogma de fe de la Virgen, los mayordomos de las fiestas serán Pedro Gil Muricio y Rosalía Hernández, que han esperado 15 años para poder servir a la patrona del municipio. Sus funciones son: asistir a la Virgen durante todo el año, portar el estandarte, preparar las novenas y ofrecer las degustaciones de dulces típicos. Este año, según los organizadores, se han hecho unas 50.000 coquillas y 45.000 cañas.

Otra de las novedades será la consagración de Torrejoncillo a María Inmaculada, un acto que se celebra hoy a las 12.00 horas en la plaza Mayor y que estará presidido por el obispo de la diócesis de Cáceres-Coria, Ciriaco Benavente.

Según el alcalde, las procesiones de la Encamisá atraen a Torrejoncillo a unos 10.000 visitantes, lo que supone multiplicar por tres el número de habitantes de la localidad.