En los alrededores de la localidad podemos encontrar parajes representativos del bosque mediterráneo como la dehesa extremeña, con zonas de sierra, entre las que se intercalan zonas más llanas pero igualmente irregulares. Subidas y bajadas constantes en las que se mezclan terrenos graníticos y de pizarras. Todo esto hace que este territorio cuente con unos recursos paisajísticos inigualables que, unido a la riqueza y la variedad de la flora y de la fauna autóctona, hacen las delicias de los visitantes aficionados a la botánica, a la micología, a la caza y al senderismo, en definitiva, al contacto con la naturaleza.

Salorino presenta un relieve alomado por el encajonamiento de las aguas fluviales, sobre todo del río Salor, que crean un paisaje especial en los riberos. De las elevaciones de la sierra de San Pedro destaca el Torrico.

La mayor parte de la población activa de la localidad realiza labores agrícolas o ganaderas en cualquiera de los grandes latifundios que existen en el término municipal. Un reducido número de pequeños empresarios se dedican al sector servicios del municipio. Una actividad que prácticamente ha desaparecido de todo el entorno ha sido la agricultura, debido a la mala calidad de las tierras circundantes, poco aptas para labores de siembra. Por lo tanto, la tierra se dedica exclusivamente al ganado ovino, porcino, caprino y bovino. Una actividad económica a destacar es el descorche, que consiste en la extracción del corcho del alcornoque durante los meses de junio y julio.

El edificio más destacado de la población es la iglesia parroquial de San Ildefonso, un gran edificio del siglo XVIII realizado en mampostería, con refuerzos de granito en sus esquinas y en la portada.

Todos los tramos del edificio religioso están cubiertos con una bóveda de cañón con lunetos, excepto en el crucero, donde la cubierta se hace con una cúpula sobre pechinas. Sus dos portadas están dispuestas en los laterales del templo, realizados con sencillos arcos de medio punto.

En el lado de la epístola se adosan la sacristía junto a la cabecera, la torre a los pies, y una pequeña sacristía, fechada según la inscripción que posee en el año 1714. Tiene una ermita, la de Santa Ana, un pequeño edificio de nave única cubierto con bóveda de cañón de lunetos, salvo el crucero que lo hace con cúpula. Esta ermita se construyó con mampostería durante el siglo XVIII.

Los amantes de la pesca pueden disfrutar de algunos parajes de la zona como es el caso del coto de la Rivera de Mula que tiene tres embalses sucesivos, el superior es el más extenso y de mayor capacidad. Localmente se le conoce como Charca grande , en los mapas se denomina Embalse de la Mula o Embalse Bovero .