El municipio de Montehermoso cuenta con una recién cumpleañera muy especial: Silvestra Mahillo Garrido, que pocas horas antes de las tradicionales uvas para despedir al 2012, ha logrado tocar con sus manos un siglo entero de vida cumpliendo cien años. Si para muchos llegar al tan esperado 2013 ha supuesto solo un cambio de año, para esta montehermoseña se ha convertido en casi todo un reto, puesto que lleva consigo todo un siglo cargado de una vida intensa y que en su caso ha podido resistir y hasta soplar las velas de la tradicional tarta de cumpleaños.

Justo el pasado 31 de diciembre esta mujer estrenó su siglo de vida. Hija de Plácido Mahillo Dominguez y Basilia Garrido Carpintero, un matrimonio que durante toda su vida trabajó como medieros en el campo -concretamente en las fincas Sartalejo y Vegalabarca-.

Toda una familia

Silvestra tuvo cuatro hijos: María Jesús, Mari Carmen, Orencia y Antoliano que han tenido la fortuna de ser testigos de ver a su madre cumpliendo cien años y por lo que recibió un emotivo homenaje en la iglesia parroquial de nuestra Señora de la Asunción, donde se le entregó una placa a cargo del Grupo Pastoral de la Salud. Quienes conocen a Silvestra, destacan de ella su vitalidad, simpatía y buen humor.

Además, quienes están más cerca de ella comentan que todos los días pasea un poco y aunque se queda con sus hijos visita su casa a menudo. Sobre sus aficiones, confiesa que no le gustan las películas, y que sin embargo entre sus preferencias están los partidos de fútbol y los concursos. "Conoce el nombre de muchos presidentes y políticos españoles", aseguran algunas de las personas que la rodean.

Recientemente, Silvestra recibió la visita del obispo, Francisco Cerro, que prestó atención a un cuadro de 1930 donde aparece con 18 años portando la bandera de la Danza de la Vaca Moza , ya que ese año se encargó de echar la bandera en San Bartolomé, patrón de Montehermoso, un recuerdo y solo un pedacito de todo un siglo.