Tras el anuncio del cese de las negociaciones, desde UGT se apeló al Gobierno Regional para que no permita que la empresa de confección se lleve la producción y el empleo al exterior y recuerdan que los empleados afectados siguen encerrados en la fábrica morala. "Los trabajadores no aceptan tal injusticia y han decidido continuar hasta que se demuestre que el cierre es innecesario", señalaron desde UGT.