El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, reconoció ayer en su visita a Navalmoral que la situación de la Asociación de Minusválidos del Campo Arañuelo (AMCA) es "complicada", informa Efe. Vara mantuvo una corta conversación con los miembros del comité de empresa del centro especial de empleo, que acudieron al ayuntamiento, donde se reunió con el alcalde, para entregarle un escrito en el que le pidieron su apoyo.

El último expediente de regulación de empleo aprobado por la Dirección General de Trabajo supone el despido de los 34 trabajadores que quedaban en el centro, que llegó a tener casi un centenar de empleados discapacitados, lo que acarreará su desaparición.

En ese breve encuentro, el jefe del Ejecutivo aseguró al comité de empresa que intentará recibirles en Mérida para poder buscar soluciones. Preguntado por la situación del colectivo de discapacitados, Fernández Vara fue claro al afirmar que "la situación está complicada, difícil".

Vara añadió que "lo primero que habría que saber es si hay posibilidades de que por parte de la empresa que suministraba los componentes para ser ensamblados hay voluntad para poder continuar", en referencia a Sendal, base para que el centro pudiera ensamblar goteros.