Un equipo de investigación de la Facultad de Farmacia de la Universidad San Pablo-CEU de Madrid, dirigido por el profesor Antonio Galán de Mera y formado por otros siete profesores e investigadores, está estudiando la variación del paisaje en las últimas décadas en relación con las actividades antropogénicas, elaborando un Sistema de Información Geográfica (SIG) que permita observar las diferencias sobre el uso óptimo del territorio en la sierra de Las Villuercas, donde las poblaciones distan bastante unas de otras, y el flujo migratorio hacia las zonas industriales ha sido elevado, informa Europa Press.

Según fuentes de la universidad los objetivos de la investigación, titulado, Cambios de diversidad y usos del territorio. La influencia de la demografía en el oeste de la Península Ibérica , son, además del estudio de las comunidades vegetales en Las Villuercas, la búsqueda de los bioindicadores zoológicos más relacionados con las comunidades vegetales y el estudio de los cambios de las comunidades vegetales desde los años 50 a la actualidad con fotografías aéreas.

VEGETACION El principal hecho observable, con respecto a la evolución de la vegetación a lo largo de las últimas décadas, es la regeneración del bosque al abandonar el trabajo en el campo con las migraciones desde los pueblos a las ciudades. A mediados del siglo XX, en la zona de estudio se produjo un descenso demográfico considerable, que llega hasta nuestros días. Poblaciones que llegaron a tener 6.000 habitantes, hoy tienen 500.

Así, la superficie dedicada a uso agrícola ha disminuido considerablemente, lo que ha propiciado la paulatina regeneración del matorral y del bosque, con lo que se ha recuperado extensión de hábitat, interesante para muchas especies amenazadas.

Otro resultado destacable del estudio es la reducción de la superficie de pastos que se podría utilizar para la ganadería. Podría tener su importancia si el número de cabezas de ganado que había antaño se mantuviera en la actualidad, cosa que no es así, puesto que ha disminuido. Pero sí se observa cómo va cambiando la tipología de los pastizales en función del tipo de ganadería que los pasta.

En estas zonas eran especialmente abundantes los majadales, pasto muy bajo que se debe al uso del redileo y a la ganadería ovina. Hoy día ya casi no se usa y los grandes rebaños de oveja merina se están sustituyendo por ganadería vacuna, más fácil de manejar y más rentable.

También se están perdiendo, según el estudio, los recursos derivados del ganado caprino. Las grandes cabradas que frecuentaban las zonas serranas de Las Villuercas ya casi no existen porque no hay pastores para cuidarlas. Lo mismo sucede con la apicultura.

Los melojares están siendo sustituidos por cultivos de castaño y frutales, especialmente cerezo y ciruelo. Además, el estudio destaca la importancia de la composición florística de los territorios a la hora de conocer la diversidad de unidades de vegetación ligadas al uso antrópico.

COMUNIDADES LINDERO Otra conclusión resaltable es la abundancia de comunidades de lindero en las zonas de sierra, hecho que contrasta con su ausencia casi total en las del llano dedicadas a la agricultura. Estas comunidades son especialmente importantes para la conservación, pues pueden servir como fuente de regeneración del bosque y del matorral, una vez que cesa la actividad. Además son corredores ecológicos que sirven de áreas de descanso, cría y refugio a numerosos animales y evitar la fragmentación de hábitat. Por ello, el estudio concluye que hay que respetar y potenciar aquellas zonas donde han desaparecido.

La principal aplicación práctica del estudio es la forma de gestión de las zonas estudiadas. Se pueden recuperar y reutilizar recursos olvidados que repercuten en el bienestar social de las poblaciones adyacentes de una manera sostenible.