Un debate televisado, sin precedentes, entre la candidata socialista al Elíseo, Ségolène Royal, y su ex rival centrista François Bayrou se abrió hoy en un hotel de París, a ocho días de que ella y el conservador Nicolas Sarkozy disputen la última ronda de las Presidenciales. Bayrou adelantó que no anunciará, al final de este cara a cara, su adhesión a Royal, quien, a su vez, dijo que no esperaba aquí un "golpe efectista".

Es la primera vez en la V República que un candidato que se ha calificado para disputar la última ronda de las Presidenciales francesas debate con un postulante que fue eliminado en la primera. La candidata socialista subrayó que se trata de un acontecimiento "sin precedentes" y, en lugar de llamarlo "debate", prefirió presentarlo como un "diálogo" para "salir del enfrentamiento de bloque contra bloque (...) que no funciona", en alusión a la división izquierda-derecha.

Según los analistas, el objetivo de Royal, que llegó segunda en las urnas el pasado domingo, es tratar de conquistar el mayor número de votos de los casi siete millones de franceses que votaron a Bayrou, que fue eliminado al quedar tercero.

Respuesta de Sarkozy

Por su parte, el conservador Sarkozy dijo hoy que "no se interesaría" por el contenido del debate entre Royal y Bayrou e ironizó sobre las "pequeñas maniobras" de los dos. Sarkozy, que está en Valenciennes (norte) con el ministro de Empleo y Cohesión Social, Jean-Louis Borloo, dijo que prefería estar "sobre el terreno, en medio de los franceses". Un sondeo de Ipsos-Dell difundido hoy indica que Sarkozy ganaría a Royal con el 52,5 por ciento de los votos el 6 de mayo, un descenso de medio punto sobre la encuesta anterior. Este sondeo muestra que el 35% de los electores de Bayrou se decantarían por Royal y un 29% por Sarkozy, mientras que un 36% se abstendrían o no se pronuncian.