El arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, declara que el Papa Jorge Mario Bergoglio elegido "es un hombre natural, sencillo y con ganas de trabajar", y que su condición de jesuita significa "una gran libertad en la Iglesia".

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"Francisco con sus palabras y gestos desde el balcón de la basílica de San Pedro nos trasmitió ayer algunas sus firmes convicciones", destaca García Aracil, para quien lo importante es que las convicciones aparezcan claras porque en ellas se guiará él para el ejercicio de sus ministerios.

Entre sus convicciones, resalta que necesita de "la oración y apoyo" de los fieles y que "se compromete con el deber de orar a favor del pueblo santo de Dios, con lo que manifiesta especialmente no meterse en políticas ni en historias".

Además, manifiesta que el nuevo Papa se "siente claramente el obispo de Roma" y que también mostró ayer "un amor decidido y un espíritu de servicio al mundo entero".

Para García Aracil, resulta muy importante que Francisco "asume con naturalidad y sin miedo las difíciles responsabilidades que presenta hoy la iglesia" como la nueva evangelización.

En este sentido, distingue entre lo que la ciudadanía destaca como problemas en la Iglesia y de los que se hacen eco los medios de comunicación, por ejemplo los casos de pederastia, y los verdaderos problemas de la institución, la evangelización y el fortalecimiento de la familia.

En su opinión, el anterior Papa Benedicto XVI, cuando surgieron los casos de pederastia, reaccionó muy seriamente legislando lo que había que hacer.

Igualmente, rechaza la idea de que, por ser de habla hispana, Francisco vaya a tener preferencia por los países de esta lengua.