El último coletazo del temporal que entre el viernes y la noche del lunes azotó la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana se cobró tres víctimas mortales más, lo que elevó el balance a un total de seis.
En Xàtiva, efectivos de la policía local rescataron en la tarde del lunes a un hombre de 57 años dentro de una cueva en la que vivía por carecer de otra vivienda. Cuando accedieron a ella, lo encontraron con el agua por el pecho y muy aturdido, y horas después falleció en un hospital víctima de una hipotermia y de un fuerte traumatismo.
Ya por la noche, otro hombre, esta vez de 64 años y exguardia civil, fue encontrado muerto en una rambla de la localidad de Enguera a unos 200 metros de su coche. Al parecer, el hombre trataba de regresar de una caseta que tenía en el campo y se vio arrastrado por la corriente. El ayuntamiento de la localidad confirmó que trató de atravesar uno de los pasos que se habían cerrado por precaución.
La tercera muerte se confirmó ayer después de que bomberos del Ayuntamiento de Murcia localizaran el cuerpo de una mujer joven en una acequia de la pedanía de San José de la Vega. A primera hora de la mañana se recibió una llamada de un vecino que había visto pasar el cuerpo por la acequia. La policía trata ahora de confirmar que su muerte se produjo por los efectos de la tormenta y no por otras circunstancias.
Durante el fin de semana, un hombre murió en Castellón, al caer su coche en una acequia, otro lo hizo en Finestrat (Alicante) arrastrado por la corriente cuando intentaba entrar en su coche y un tercero lo hizo en Los Alcázares (Murcia) tras caer a una piscina.
Las lluvias han sido en algunos municipios del norte de Alicante las más intensas de las últimas décadas. El máximo ha correspondido a L’Orxa, con 611 litros por metro cuadrado en tres días (sábado, domingo y lunes), lo que supone más que el promedio anual. También se han superado los 200 litros en numerosas localidades vecinas, así como del sur de la provincia de Valencia y zonas montañosas de Murcia.
Ayudas institucionales / Juan Ignacio Zoido, ministro del Interior, visitó el lunes algunas de las zonas más afectadas de Murcia y ayer estuvo en la alicantina Orihuela. En ambos casos aseguró que el Gobierno estudiará la declaración de zonas gravemente afectadas por emergencia. En cualquier caso, los trabajos para retirar todo el agua y el barro durarán varios días y no será hasta que acaben cuando se pueda realizar un balance completo de los muchos daños sufridos. Diversas organizaciones agrarias dieron por perdidas las cosechas pendientes de recolectar en las zonas más afectadas.
