La excelencia solo se consigue tras la repetición. Sin embargo nadie puede practicar un paseo lunar en la luna, por lo que las agencias espaciales siempre han empleado múltiples argucias para emular las sensaciones. Los vuelos en picado, los paisajes desérticos, el aislamiento en cuevas, etcétera. Uno de los preferidos el el mundo submarino, como entorno propicio para ofrecer al futuro astronauta sensaciones de ingravidez. El astronauta de la ESA Jean-François Clervoy y el entrenador de astronautas de la ESA Hervé Stevenin protagonizaron la semana pasada uno de esos ensayos.

La fuerza de gravedad de la Luna es un sexto de la de la Tierra, algo que se puede simular ajustando los chalecos inflables o boyas de los buceadores. Los ensayos iniciales se llevaron a cabo en una de las piscinas de Comex en Marsella, en Francia. Después, el 4 de septiembre, los buceadores llevaron a cabo dos paseos lunares simulados en el Mediterráneo, en la costa de Marsella.

El traje Gandolfi

Según informa la ESA, Jean-François y Hervé se equiparon con un traje Gandolfi para paseos espaciales diseñado por Comex, basado en el traje ruso Orlan. Durante la misión los aquanautas recogieron varias muestras de suelo, con herramientas similares a las empleadas por la tripulación del Apolo 11.

Jean-Francois es un astronauta experimentado que ha salido al espacio en tres ocasiones a bordo del transbordador espacial, incluyendo un viaje a la estación espacial rusa Mir y otro para reparar el telescopio espacial Hubble. Su experiencia resulta muy útil a los ingenieros y operadores del programa de simulaciones, así como para los responsables de los ensayos y para los buceadores de apoyo.

Hervé dirige los entrenamientos para paseos espaciales en el Centro Europeo de Astronautas, en Alemania. Tiene gran experiencia como entrenador de astronautas de la ESA. Él mismo ha sido formado en Houston y en el Centro Gagarin de Entrenamiento para Cosmonautas para vestir el traje espacial de la NASA y el ruso Orlan.

Toma de muestras

"El traje Gandolfi es abultado, permite poca libertad de movimientos y vestirlo exige cierto esfuerzo físico, igual que los trajes espaciales reales. Realmente me sentí como si estuviera trabajando y caminando en la Luna", dijo Jean-François. "Este traje podría adaptarse para mejorar los entrenamientos de la ESA en el Centro Europeo de Astronautas", dijo Hervé. "El entrenamiento bajo el agua de Comex proporciona una estupenda simulación de la Luna e incluso de Marte. Me sentí fuera de este mundo, aunque el color del agua me recordaba que estaba en la Tierra".