La situación y postura defendida por los principales países de la UE y Estados Unidos es la siguiente: En EEUU, en primavera, cuando la gripe A irrumpió en EEUU, 700 escuelas cerraron temporalmente. Ahora, con el nuevo curso ya en marcha en algunos estados y comenzando gradualmente en otros, las autoridades se esfuerzan por enviar el mensaje de que las clausuras masivas de centros educativos no son la única opción. "Aprendimos que cerrar de forma preventiva no frena la expansión del virus", aseguró ayer la secretaria de Sanidad, Kathleen Sebelius.

En Italia, donde se han registrado 1.517 casos de gripe con ningún fallecido, tampoco retrasará el inicio del curso, que empezará paulatinamente a partir de la próxima semana. Mariastella Gelmini, ministra de Educación, aseguró la pasada semana que estaba "lista para tomar las decisiones que se consideraran necesarias".

En cuanto al Reino Unido, este país no se plantea cerrar de forma generalizada las escuelas cuando se descubra en ellas la existencia de casos de gripe A.

Francia, por su parte, cara al inicio del curso, los 2 y 3 de septiembre, ha puesto en marcha un plan de prevención en colegios. Además de las clases de matemáticas o historia, recibirán instrucciones sobre las medidas que deben tomar para evitar el contagio.

En Alemania, aunque el calendario es diferente, sí ha habido una postura uniforme a la hora de descartar medidas preventivas para hacer frente a una posible epidemia de gripe.

Finalmente, en el caso de España, por ahora no hay "pruebas científicas" que aconsejen retrasar el inicio del curso escolar o cerrar colegios. El secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, se mostró ayer así de contundente ante las dudas y reticencias de algunas autonomías y dirigentes del PP. Olmos argumentó que la incidencia de contagios "es aún baja", 34 casos por cada 100.000 habitantes, muy lejos del pico estacional de gripe, que se sitúa casi en el doble. La cuestión se abordará de forma definitiva en el Consejo Interterritorial de Salud del próximo 31 de agosto, y la decisión será ratificada un día después en la Conferencia Sectorial de Educación.

La mayoría de las comunidades son partidarias de que el virus no altere el calendario y que se inicie el curso en la fecha prevista tras una decisión "coordinada y acordada por todos, para transmitir serenidad", según el titular de Educación. Navarra es la única que se ha desmarcado y prevé que sus 100.000 escolares inicien las clases a lo largo de tres semanas a partir del 3 de septiembre.