La ministra de Sanidad en funciones, María Luisa Carcedo, admitió ayer que «algo ha fallado» al declararse el brote de listeriosis que afecta a más de 200 personas en Andalucía porque España es uno de los países más «exigentes» y «rigurosos» con la seguridad alimentaria, informa Efe.

De esta forma se pronunció tras reunirse con los consejeros de todas las comunidades autónomas, entre ellos el andaluz, Jesús Aguirre, para analizar la situación de esta crisis alimentaria que ha hecho al ministerio convocar cuatro reuniones de los máximos órganos de vigilancia, control y participación en los asuntos relacionados con la seguridad alimentaria próximamente.

Se trata del Consejo de Dirección de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) y alguno de sus órganos colegiados como la Comisión Institucional para el próximo jueves, y el Consejo Consultivo y el Comité Científico un día después.

Emplazará a otro encuentro al Consejo de Consumidores y Usuarios de España para que dispongan de toda la información que necesiten para trasladarla a la población en general.

Según este departamento, el caso andaluz, «tiene que servirnos para mejorar los protocolos de actuación y respuesta ante crisis alimentarias como la que hemos vivido tras el brote de listeriosis originado en Andalucía». «Siempre hay margen de mejora», apostilló.

Preguntada por si las autoridades sanitarias andaluzas han gestionado correctamente esta crisis, en la que ha muerto una persona y la de otra se está investigando, la ministra respondió que este brote no se debería de haber producido si se hubieran cumplido las normas europeas y el reglamento específico para los alimentos listos para el consumo.

No obstante, dijo que de lo que se trata ahora es de detener y contener el brote e identificar los alimentos contaminados y que «ya luego habrá que analizar más serenamente qué es lo que falló».

También defendió que España es uno de los países «más seguros» y «rigurosos» con la seguridad alimentaria y que existen controles que, de forma normalizada, «están funcionando».

Al año, se practican 600.000 para mejorar la seguridad alimentaria y, en el caso de los alimento cárnicos, 113.000 analíticas anuales.

«Existe un potente control de vigilancia alimentaria», reiteró Carcedo, quien coincidió con el consejero andaluz en que la carne distribuida por Comercial Martínez León, y que provenía de la fábrica de Magrudis, no es una marca blanca, sino que el etiquetado era «inexistente» y no cumplía los requisitos exigibles a los productos alimenticios.

Con todo, lanzó un mensaje de tranquilidad porque la listeriosis es una enfermedad «muy conocida de la salud pública» y anualmente se dan entre 400 y 500 casos en España, lo que demuestra que «no es una cuestión extraña por determinados tipos de alimentos».

ajustar la definición / También adelantó que se va a ajustar la definición de caso para que sean más fieles a la realidad, puesto que no todos los notificados han sido luego confirmados e, incluso, a algunos no les ha hecho falta practicar los análisis porque tras desaparecer los síntomas.

Asimismo, recalcó que toda la información se está compartiendo a nivel internacional con las instituciones correspondientes y recordó que ayer se supo que un ciudadano británico fue ingresado en Francia tras haber consumido la carne contaminada en Andalucía pero que ya fue dado de alta.

La Fiscalía Superior de Andalucía ha abierto, por su parte, una investigación penal sobre el brote provocado por la empresa Magrudis, de la que ayer se supo que elaboraba parte de la carne afectada en unas nuevas instalaciones sin inspección previa.

El brote, que ha afectado a más de 200 personas, y por el que han muerto una anciana y el bebé de una mujer embarazada, está en fase de remisión, pese a que no se descartan más casos en las próximas semanas, debido al que periodo de incubación es largo.