Eternización de procesos, pérdida de objetos embargados, equivocaciones en ingresos bancarios o, en los casos más graves, estancias en prisión preventiva que se antojan aberrantes cuando la sentencia es absolutoria. Son las quejas más habituales de los ciudadanos que se sienten maltratados por la administración de justicia. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), máximo órgano de control de la judicatura, ha tramitado, en los primeros seis meses de este año, 125 reclamaciones.

Tres de estas quejas corresponden a ciudadanos que han estado privados de libertad antes del juicio para luego resultar inocentes. Casos similares al de Dolores Vázquez, en prisión durante 17 meses por la muerte de Rocío Wanninkhof, el crimen del que se confesó autor el ciudadano británico Tony King.

Si la progresión se mantiene durante el segundo semestre del año, el 2003 puede igualar las cifras del año anterior, que terminó con 227 reclamaciones. Pero no todo vale. La criba que lleva a cabo el Poder Judicial es exhaustiva. De las 125 quejas que ha recibido en lo que va de año, ha apoyado 46 y ha informado en contra de resarcir al ciudadano en 25 al hallarlas injustificadas. El resto están pendientes de decisión.

VIAS DE RECLAMACION

Las vías de reclamación son variadas según las características y la envergadura de los errores. El procedimiento más habitual es presentar una reclamación en el Ministerio de Justicia. Es un trámite administrativo y, a pesar de que exige un informe previo del CGPJ, se resuelve en menos de un año. Por esta vía se examinan la tardanza en la resolución de casos, la pérdida de objetos embargados o la equivocación en ingresos bancarios.

Los retrasos, muchas veces injustificados, son uno de los males endémicos de la justicia. La mitad de las quejas analizadas por el Poder Judicial hacen referencia a esa lentitud. El CGPJ apoya que se indemnice a los usuarios cuando el tiempo invertido por los jueces para resolver el proceso "ha desbordado los márgenes ordinarios de duración de los litigios del mismo tipo".

Otro fallo en el sistema judicial se produce en las cajas fuertes de los juzgados. En ellas se depositan los objetos que han sido embargados a los imputados. Pero es habitual que desaparezcan joyas, por ejemplo. Es el caso de un matrimonio de Córdoba que no ha podido recuperar las suyas después de haber sido absueltos. Las víctimas han cifrado su pérdida en 12.020 euros (dos millones de pesetas). El CGPJ apoyó la compensación, pero el Ministerio de Justicia debe establecer la cuantía. Otra vía para cobrar una compensación es que el Tribunal Supremo reconozca que la víctima ha sido objeto de un error judicial.