Un fármaco diseñado por el investigador español Ramón Cacabelos, que ya ha sido patentado en Estado Unidos, podría ser un preventivo de la demencia de alzhéimer, actuando como una vacuna, o incluso revertir la degeneración a que da lugar esta enfermedad, según anunció ayer el propio investigador, que presentó el producto en Madrid. El medicamento (EB-101) ha sido estudiado con ratones transgénicos en el Centro Médico EuroEspes de A Coruña y en los próximos meses prevén iniciar el ensayo con personas sanas y enfermas.

De los primeros resultados proporcionados por los estudios se desprende, explicó Cacabelos, que su fórmula podría duplicar la esperanza de vida de los enfermos de alzhéimer, que en la actualidad es de tres a ocho años tras el diagnóstico. En los animales tratados con EB-101, que sufrían degeneración neurológica, se observó que el proceso destructivo se detenía y que se reducían de forma "espectacular" los signos patogénicos que caracterizan el cerebro de los enfermos de alzhéimer: se redujeron los depósitos de la proteína beta amiloide, hubo menos ovillos neurofibrilares y disminuyeron las reacciones neuroinflamatorias, explicó el científico.