Andorra y los municipios turolenses cercanos de Muniesa y Loscos rememoraron ayer la trágica tarde del 14 de diciembre del 2017 en la que un fugitivo experto en robos en masicos, conocido como Ígor el Ruso, asesinó a tiros a dos guardias civiles y un ganadero. Fueron tres bandos municipales emitidos por los consistorios de dichas localidades los que hicieron que los ciudadanos se confinaran en sus casas porque otro delincuente, el Rambo de Requena, merodeaba la zona y había herido de un disparo en el abdomen a un agente del instituto armado. En dos horas y tras un importante dispositivo de búsqueda, la Guardia Civil arrestó al sospechoso tras ser abatido de un disparo en la pierna.

De esta forma ponía fin a uno de sus quebraderos de cabeza desde febrero. El ahora arrestado, identificado como Pedro Lozano Jiménez, había desvalijado una veintena de masías en Valencia. No era un simple ladrón, puesto que no dudaba en emplear su escopeta al igual que hizo ayer contra el guardia civil Juan Carlos Monterde, en Muniesa.