Los adolescentes quieren ser Harry Potter, "un chico de mi edad". La quinta entrega de J. K. Rowling, una escritora que pasó penurias para salir del oscuro mundo de los aspirantes a publicar "cualquier cosa" y llegar a las cumbres de los elegidos, bate récords.

Potter 5 ya está en las librerías, pero solamente para los destinados a poseer la historia interminable. El lanzamiento del tomo deja expectantes a muchos y decepcionados a casi todos aquellos que esperaban conseguir el preciado ejemplar, al que las editoriales podrían haber destinado miles de metros de papel en sus rotativas para satisfacer la enorme demanda.

Un premio

Decir hoy "tengo el quinto de Harry Potter" es como proclamarse poseedor del gordo de la lotería. El director de la Casa del Libro de Madrid, Fernando López, califica el hecho como "razonablemente inexplicable". Ni siquiera García Márquez consiguió cotas similares con sus publicaciones.

En las primeras horas de la mañana de ayer, los puestos de venta en toda España de la preciada edición se colapsaban. En Extremadura las reservas estaban formalizadas, pero las quejas de los puntos de venta se centraban en la escasez proveedora. Carrefour de Cáceres preveía poner a la venta 200 ejemplares y el El Corte Inglés de Badajoz admitía una reserva de 300. La librería cacereña Bujaco abrió sus puertas a los seguidores de Potter con mago contador de cuentos y confirmaba una reserva de 80 libros, con la sentida queja de "es una pena, porque son insuficientes". Otras librerías de la región como Cervantes de Plasencia, La Bohemia de Badajoz o San Francisco de Mérida se vieron también bloqueadas. Zócalo, la distribuidora, no ha podido atender la gran demanda. Harry Potter es un río de dinero evidentemente desbordado.

La magia engancha. La escritora británica Rowling encontró el resorte perfecto y provocó que los niños y adolestentes entren a tropel en las librerías en busca de su héroe. La primera entrega fue un boom editorial, pero nadie imaginaba que la quinta provocase una estampida de lectores. Esto no se para. El pequeño mago tiene larga vida para repartir ilusiones sin fin.