Mientras la NASA continuaba ayer recuperando los miles de fragmentos del Columbia , el transbordador espacial siniestrado el sábado, un coro de críticos arremetió contra estas naves pidiendo que dejen de utilizarse por ser demasiado viejas, complejas, costosas y de uso limitado, y se sustituyan por vehículos espaciales más modernos y baratos.

"El uso de vehículos desechables, como los empleados por el programa Apollo para ir a la Luna, sería considerablemente menos caro y se podrían alcanzar los mismos objetivos", opinó Theodore Postol, profesor de ciencia y tecnología en el prestigioso Instituto de Tecnología de Massachussetts. Además, rechazó la utilidad del transbordador espacial para realizar experimentos científicos en condiciones de falta de gravedad, uno de los usos actuales de estas naves. "No hacen falta vehículos como éstos para eso y, de hecho, los rusos han demostrado que esos experimentos se pueden hacer muy bien sin ellos en naves sin tripulación", afirmó.

"La verdad es que el transbordador fue diseñado para hacer algo distinto a lo que está haciendo", añadió por su lado John Pike, director del instituto de política espacial y militar.

Greg Easterbrook, de la Brookings Institution de Washington, se inclinó por eliminar estas naves. "El énfasis debe hacerse ahora en el diseño de un sistema nuevo más fiable y barato" para enviar hombres al espacio, dijo en el semanario Time , abogando también por cohetes desechables.

Ayer, miembros del grupo de investigadores que estudiará la destrucción del Columbia llegaron a Tejas para comenzar a revisar los restos de la nave que ya se han recuperado, incluyendo el morro del transbordador, hallado el lunes por la noche. "Está razonablemente intacto", dijo Warren Zehner, de la agencia de protección ambiental que coopera en las labores de búsqueda, extendidas a los estados de Arizona, Nuevo México y California, donde también pudieron caer piezas de la nave siniestrada. Además, se hallaron más restos de los siete tripulantes fallecidos.

DUELO POR LAS VICTIMAS

Por otra parte, el presidente de EEUU, George Bush, presidió ayer en el Centro Espacial Johnson, en Houston, una misa de homenaje por los fallecidos. "Recordamos no sólo un momento de tragedia, sino también siete vidas de grandes metas y logros".

En Europa, la Estación Espacial Internacional (ISS) recibió ayer un balón de oxígeno al acoplarse con la nave rusa Progress-M47, que carga a bordo 2,56 toneladas de combustible, comida e instalaciones para la tripulación permanente. "Ha sido una fase muy importante", dijo el presidente de la corporación Energia, Yuri Semyonov.

El ensamblaje de la nave no tripulada permitirá a los tres tripulantes aguantar en la órbita hasta junio si se decide no cambiar la tripulación en abril, tal como estaba previsto. "Les hemos enviado suficiente comida, pero tienen problemas críticos con el agua, que solía venir en naves norteamericanas", dijo Semyonov. También reiteraron que pueden garantizar el suministro de carga a la ISS hasta que la NASA reanude los lanzamientos de sus naves.