El nuevo año ha comenzado ahogando las esperanzas de una nueva vida para cinco inmigrantes de origen magrebí, que ayer perecieron en su intento de alcanzar las costas españolas. Las escarpadas playas de Tarifa se convirtieron una vez más en una condena de muerte para lo cinco sin papeles, que fallecieron ahogados.

Los servicios de salvamento de la Cruz Roja y de la Guardia Civil recuperaron los cadáveres tras el naufragio de una embarcación neumática, en la que viajaban otras 35 personas, cuatro de ellas mujeres. Todos ellos fueron rescatados con vida y ocho consiguieron darse a la fuga una vez desembarcaron.

La Guardia Civil alertó sobre las cinco de la mañana, a través del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE), de un posible desembarco en la pequeña playa tarifeña de Arroyo Alhelí. Una hora más tarde comenzó a funcionar el dispositivo de salvamento, pero no pudo impedir que la barca colisionara contra una roca que estaba a media agua, lo que impedía su visibilidad.

Como consecuencia del impacto embarrancó la patera. Un grupo de entre ocho y 10 náufragos logró alcanzar la orilla a nado y pudo salir huyendo. Pero otros cinco no corrieron la misma suerte. El pánico se había apoderado de ellos y convirtió el salvamento en un caos acompasado por los gritos de auxilio de los inmigrantes en peligro.

RESCATE IMPOSIBLE

El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) comenzó su labor de rescate sobre las once de la mañana. Aunque pudo salvar la vida de uno de los inmigrantes que cayeron al agua, sólo pudo rescatar los cadáveres de otros cinco.

Apostados en la playa y cubiertos por plásticos verdes, su destino fue finalmente el cementerio de Algeciras donde sus cuerpos sin vida siguen a la espera de que sean reclamados por sus familiares o, en su defecto, ser enterrados allí mismo. Las labores de rescate se prolongaron hasta las tres. Un total de 19 sin papeles permanecieron en la embarcación. .