Los familiares de las víctimas del transbordador que se hundió el viernes pasado en el mar Rojo han asaltado la oficina de la compañía propietaria del barco y se han enfrentado con las fuerzas de seguridad en el puerto de Safaga (sureste de Egipto).Según testigos presenciales, decenas de personas han arrojado piedras y otros objetos contra la oficina de la compañía Salam después de que los funcionarios se negaran a facilitar información sobre unos 75 cadáveres rescatados en las últimas horas.Varias televisiones han mostrado imágenes en las que se veía a decenas de personas dentro de la oficina de la compañía, mientras arrojaban pantallas de ordenador, sillas y otros muebles por la ventana de un edificio de dos plantas.La policía antidisturbios ha conseguido expulsar a los asalatantes del edificio y ha utilizado gases lacrimógenos para dispersar a los supuestos autores de incendios de neumáticos y apedramiento de los miembros de la seguridad.Número indeterminado de supervivientesEl transbordador Salam Bocaccio 98, de bandera panameña, se hundió en la madrugada del pasado viernes en las aguas del mar Rojo mientras transportaba a 1.417 pasajeros, en su mayoría egipcios, desde el puerto saudí de Duba al egipcio de Safaga.Hasta el momento, se han dado cifras contradictorias sobre los supervivientes, los cadáveres rescatados y los desaparecidos, lo que ha llevado a varios enfrentamientos en los últimos días entre los familiares y las fuerzas de seguridad.Fuentes del puerto de Safaga anunciaron hoy que el número de supervivientes aumentó a 400 tras rescatar a una treintena de personas en las últimas 24 horas, algo que no ha podido ser confirmado oficialmente.Las mismas fuentes también indicaron que hasta ahora han sido recuperados unos 260 cadáveres, y que los equipos de rescate continúan sus labores en la zona del siniestro, aunque con pocas esperanzas de encontrar a más supervivientes.Varias organizaciones egipcias de derechos humanos han denunciado la represión y el excesivo uso de la fuerza por parte de los agentes de la seguridad contra los familiares de las víctimas que intentan conocer el destino de sus seres queridos.