La llegada masiva de inmigrantes, junto con la entrada de un gran número de mujeres en edad fértil, pertenecientes al baby boom, ha hecho aumentar la tasa de fecundidad de 1,24 hijos por mujer en el año 2000 a 1,44 en el 2009. Sin embargo, no cabe esperar ni una llegada tan intensa de inmigrantes ni que estos perpetúen en España los altos índices de natalidad. De hecho, la experiencia en otros países y también en España dice que tienden a mimetizarse con la población de acogida, según la profesora Olga Jubany, de la Universidad de Barcelona. "Hay gente que defiende la inmigración desde un punto de vista utilitario, para amortiguar el peso del sistema de pensiones, pero es un argumento simplista", señala. "Los inmigrantes también serán jubilados algún día".