Los 67 colegios españoles que actualmente solo admiten a niños o niñas y reciben subvenciones de las comunidades perderán los conciertos y no recibirán dinero público. El Gobierno mantenido este polémico punto en el proyecto de ley de igualdad de trato, que se aprobó ayer. El texto se remitirá al Congreso. La ministra de Sanidad y Política Social, Leire Pajín, aseguró que el Consejo de Estado ha despejado las dudas y "ha avalado" esta tesis, que desató la oposición frontal del PP y de las asociaciones de padres conservadoras tras su planteamiento hace casi un año.

Pajín explicó que los centros que separan por sexo podrán seguir existiendo, pero como privados. "No se trata de hacerlos desaparecer, sino de no financiar ese tipo de colegios", afirmó.

Según el informe, esgrimido por la ministra, la ley "no vulnera" el derecho de los padres a elegir para sus hijos una educación acorde a sus creencias, ni "la libertad" de educación y de creación de centros. Pero apunta que esta disposición debería aparecer en las leyes educativas, como la LOE, que será reformada.

Los tribunales se han pronunciado hasta ahora de manera contradictoria. Una sentencia del 2008 del Supremo respalda que las comunidades nieguen la subvención a los colegios separados por sexo. Lo que no queda claro es si eso permite retirar las subvenciones a centros que ya estaban concertados desde hace años. De hecho, varios colegios están inmersos en una batalla judicial después de que los gobiernos de Asturias, Cantabria y Andalucía decidieran hacer eso mismo. El Supremo tendrá que pronunciarse sobre el tema, pero su decisión podría verse profundamente condicionada si la ley de igualdad de trato se aprueba tal y como está redactada.

Por otro lado, dos sentencias de Asturias han fallado que la "educación separada por sexos no implica, por sí sola, discriminación". Defienden que no existe una normativa que les impida concurrir a conciertos.