La Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), que ha presentado numerosas alegaciones a los borradores de la ley desde el 2005, insistió ayer en que la modificación de los hábitos alimentarios que promuevan el bienestar infantil se haga "desde el consenso y fomentando la educación y la formación de los consumidores, y no mediante medidas prohibitivas que carecen de consenso".

La patronal del sector alimentario recordó que la alimentación en los centros escolares todavía está en proceso de debate y que han de tenerse en cuenta criterios científicos y sociales.