La decisión de José Luis Rodríguez Zapatero de colocar a Carlos Dívar al frente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) está a punto de pasarle factura. Fuentes judiciales dan por sentado que el presidente, sin duda influido por sus profundas creencias religiosas, unirá hoy su voto al del sector conservador para rechazar la ley de plazos del aborto, lo que puede impedir que el órgano de gobierno de los jueces se pronuncie sobre una de las leyes más importantes de la legislatura. No obstante, fuentes del ámbito progresista albergaban aún ayer esperanzas de que Dívar, como ha hecho en otras ocasiones polémicas, se abstenga y por tanto no obstaculice el envío al Gobierno del dictamen favorable a la norma aprobado la semana pasada en comisión.

Las fuerzas están tan igualadas y el asunto tiene un matiz tan ideológico que en el pleno de hoy todo es posible. De entrada, según fuentes del consejo, se pondrán encima de la mesa dos informes contradictorios, el aprobado en comisión y que considera constitucional la reforma, aunque aconseja que los padres de las menores sean informados de la intervención, y una especie de enmienda a la totalidad que presentará el sector conservador y que se basa en el primer informe elaborado por un vocal de este ámbito y que fue rechazado en comisión.

LAS PRESIONES / Esta propuesta se votará en primer lugar y previsiblemente será rechazada con el voto en contra de los nueve miembros progresistas, la vocal del PNV, Margarita Uría, y el vocal de CiU, Ramón Camp. Este ha manifestado su intención de votar en contra del texto conservador y, sin embargo, abstenerse ante el informe progresista.

Según fuentes judiciales, Camp ha sido presionado para que se una a uno y otro bando, también desde su partido, dado que CiU da libertad de voto, pero Unió Democràtica rechaza el aborto. Incluso la plataforma Hazte Oír ha hecho una campaña para que vote en contra.

Ante estas presiones, Camp ha manifestado su intención de abstenerse ante el texto que avala la interrupción libre del embarazo en los primeras 14 semanas de gestación. Por tanto, si no cambia de opinión, el parecer de Dívar será determinante. Si vota en contra, como apuestan fuentes judiciales que hará, el texto será rechazado y no se volverá a debatir. La ley del Poder Judicial impide que los informes no aprobados sean enviados al Gobierno, mientras que el Consejo Fiscal sí que remitió dos informes de signo contrario.

LA ESPERANZA / No obstante, voces progresistas confiaban ayer en que, al igual que ha hecho en otras votaciones, Dívar no ejerza su voto de calidad, se abstenga y no impida que se trasmita el informe favorable.