Ramón, un hombre de 43 años de origen colombiano, fue reducido y golpeado brutalmente por cuatro vigilantes del metro de Madrid el pasado mes de noviembre y ha pasado varios meses de baja a consecuencia de las lesiones.

El agredido se había quejado, momentos antes de la agresión, de que un vigilante le impidiera, con malos modos, utilizar un ascensor.

Acto seguido, los cuatro vigilantes le rodearon, le patearon en el suelo y le azuzaron a un perro. Todo quedó recogido por las cámaras de seguridad del Metro. La paliza duró 6 minutos. El parte de lesiones fue muy claro. Asegura que Ramón había sido víctima de una agresión salvaje. La compañía del Metro de Madrid lamentó la paliza y retiró del servicio a dos de los vigilantes.

Ramón, que denunció la agresión, está a la espera de la actuación de la justicia.