El jesuita Jesús María Alemany, presidente de la Fundación Seminario de Investigación para la Paz (SIP), ha señalado hoy que el papa Francisco, al que conoció hace años, es muy sencillo y muy austero y está preocupado por los que sufren, por la pobreza injusta

Alemany conoció al papa en el año 1970 en Alcalá de Henares donde compartió con el Pontífice un mes de ejercicios espirituales, oración, recogimiento y silencio, además de otros tres meses de revisión de los textos fundamentales de los jesuitas.

Fue en la "tercera probación", una reunión de la compañía sobre la espiritualidad y San Ignacio después de una larga formación para recordar porque están trabajando, ha explicado en declaraciones a Efe.

La siguiente vez que lo ha visto fue ayer, en el balcón del Vaticano, momento en que según ha dicho Alemany le ha recordado mucho el talante que tenía el papa cuando compartieron vivencias en la localidad madrileña.

Entonces era bastante delgado, frágil de constitución, muy cercano, delicado y amable, además de buen conversador, ha explicado.

El papa era muy aficionado al fútbol, como buen argentino, simpático en las excursiones, donde demostraba ser buen andarín, y poco protocolario, ha agregado Alemany, quien ha dicho que no se lo imagina con un gran boato, en el Vaticano, algo que en su opinión le tendrá que costar mucho.

En este sentido ha afirmado que la actitud que tuvo en el balcón del Vaticano le ha parecido "muy bonita", ya que para los jesuitas no es muy normal ser nombrado obispo o papa porque en la compañía hacen una "promesa expresa" de no buscar ni aceptar dignidades eclesiásticas a no ser que sea por obediencia

También ha recordado su profunda espiritualidad y su opción por lo que sufren, por la pobreza extrema.