Alvaro Martín Uriol es un joven atleta de 16 años de Llerena que recientemente ha participado en la primera edición de los Juegos Olímpicos de la Juventud, disputados en Singapur. Fue noveno en la prueba de 10 kilómetros marcha en una experiencia que sin duda recordará toda la vida. "Allí estuve muy bien. Me gustó mucho la ciudad y ha sido todo muy bonito y positivo para mí", afirma.

Actualmente defiende los colores del Club Atletismo Almendralejo. "Comencé como fondista, pero por culpa de una lesión en la rodilla el entrenador y el médico me aconsejaron que hiciera marcha, una modalidad que también practicaba mi hermana Macarena, que ha sido dos veces tercera de España", dice. "La verdad es que al principio no creía que pudiese seguir con la marcha, porque es una modalidad es muy difícil en sus inicios. Aún así mi hermana me echó una mano y conseguí adquirir toda la técnica", añade.

Su entrenador, Juan Méndez, destaca que "es un gran corredor y tiene una gran condición física". "Suelo entrenar entre una hora y media y dos horas. Utilizo las pistas de mi pueblo, pero en invierno me desplazo a Monesterio, Azuaga y Berlanga", explica Martín. Compagina sus estudios con los entrenamientos diarios y asegura que para él es fácil y que solo necesita un poco de organización. "Planeando todos los entrenamientos y las horas de estudios no debería tener problema".

A pesar de su juventud ha conseguido proclamarse campeón absoluto de Extremadura en marcha y campeón de España de su categoría.

Acudir a Singapur representando a España ha sido la reafirmación de que su carrera va por buen camino. "La iniciativa del COI de crear este campeonato juvenil me parece muy acertada porque nos ayuda a adquirir el espíritu olímpico desde jóvenes y sobre todo la oportunidad de poder compartir vivencias con gente de muy diversas culturas y nacionalidades", declara.

El noveno puesto en tierras asiáticas le resultó agridulce. Según su entrenador, "Alvaro me mandó un mensaje al finalizar la prueba y estaba un poco desilusionado. Sin embargo, cuando recibió ánimos lo vio todo diferente". Según su versión, el papel del chico estuvo condicionado por la climatología: "Singapur es una isla en la que hay una humedad extrema y eso ha afectado a todos los atletas que han hecho entre dos y tres minutos más de los tiempos personales que llevaban".

Para el joven marchador, es "un objetivo cumplido". Además de ser "un pequeño escalón para llegar al final de todo, que son unas Olimpiadas absolutas".

Juan Méndez le ve futuro y le ánimo a solicitar la ´Beca Blume´. Por ahora, ya cuenta con ayuda poder seguir formándose en un centro de alto rendimiento sin abandonar sus estudios.