El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, elogió ayer el AVE español y, concretamente, la línea que une Madrid y Sevilla, durante la presentación de su proyecto para construir hasta 10 corredores de alta velocidad ferroviaria en su país. El plan, que Obama admitió que está proyectado para realizar a largo plazo, se ve en la Casa Blanca como una forma de mejorar la competitividad de las zonas que cuenten con tren veloz, de reducir los costes medioambientales y económicos de las saturadas carreteras y de los aeropuertos, y también de crear nuevos puestos de trabajo.

Para vender su propuesta, el mandatario puso como ejemplo los exitosos casos de la alta velocidad en países como Japón, China, Francia y España. Del caso español, dijo que el AVE entre Madrid y Sevilla "tiene tanto éxito que en estos momentos más gente viaja entre esas dos ciudades en tren que en avión y coche juntos". No es la primera vez que Obama utiliza a España como modelo de los pasos hacia un nuevo tipo de modelo económico que quiere emprender en EEUU: también ha elogiado el uso en España de energías renovables, especialmente los parques eólicos.

UN SOLO CORREDOR En EEUU solo existe un corredor de alta velocidad, el que une las ciudades de Washington y Boston, pasando por Nueva York, Filadelfia y Baltimore. La intención de la Administración estadounidense es trabajar en dos direcciones. En primer lugar, mejorar las actuales instalaciones ferroviarias para permitir la circulación de trenes de alta velocidad. Y en segundo, construir nuevos corredores diseñados para el tren veloz. El Ejecutivo de Obama ha identificado hasta 10 zonas que se beneficiarían directamente de líneas de alta velocidad, entre las que se encuentran el área de Chicago (con Milwaukee, Detroit, Cleveland e Indianápolis); California (Sacramento y Los Angeles); Florida (Orlando, Tampa y Miami) y el Pacífico noroeste (Portland y Seattle).

La partida presupuestaria inicial es modesta para la envergadura del proyecto: 8.000 millones de dólares (6.080 millones de euros) de entrada y otros 5.000 (3.800) en los próximos cinco años, aunque el propio Obama explicó ayer que este dinero debe ser considerado como un pago por adelantado para poner en marcha su visión.

La intención de la Casa Blanca es que los estados compitan entre ellos presentando los mejores proyectos para lograr la financiación federal, que debe añadirse a la estatal (de hecho California, por ejemplo, ya planea una línea que una San Francisco y Los Angeles en dos horas y media). El plan de la alta velocidad en EEUU cuenta con la oposición de los que creen que el dinero debería invertirse en mejorar las carreteras y el trasporte aéreo.