Benedicto XVI aprovechó ayer la ceremonia del bautizo de 10 niños en la capilla Sixtina para trazar una visión apocalíptica del mundo actual. El Papa comparó la cultura dominante con la existente en tiempos del imperio romano, donde "la crueldad y violencia eran una diversión, una perversión de la alegría".

Para el Pontífice alemán, hay que sublevarse contra "la cultura ampliamente dominante de la muerte". Según él, ésta se manifiesta no sólo "en la droga, en el engaño, en la injusticia, en el desprecio del otro, de la solidaridad", sino también "en una sexualidad que se convierte en pura diversión sin responsabilidad".