La Fiscalía solicita la pena máxima por asesinato, 25 años de prisión, para los dos jóvenes mayores de edad acusados de quemar viva a una indigente que dormía en un cajero de Barcelona, y tres años más por los daños ocasionados en la oficina. Los hechos sucedieron sobre las cinco de la madrugada del 16 de diciembre de 2005 cuando los dos acusados, Oriol P.S. y Ricard P.B., que tenían entonces 18 años, entraron en el cajero donde dormía Rosario E.P., de 50 años, y la rociaron con disolvente para después prenderle fuego.

La acusación particular, ejercida por la familia de la víctima, solicitará la misma pena que la fiscalía al entender que hubo "premeditación" y "reiteración" en la acción de los presuntos asesinos y que, además, no auxiliaron a la víctima cuando estaba envuelta en llamas, ha explicado el abogado que lleva el caso, Lluís Costa. En el escrito de acusación del fiscal se sostiene que los dos presuntos autores del brutal asesinato, que están en prisión preventiva desde diciembre de 2005, tuvieron la intención de causar la muerte de Rosario E.P. cuando arrojaron la mayor parte del contenido de un bidón de 25 litros de disolvente aprovechando "el carácter sedente" de la indigente.

El líquido contenía tolueno y alcohol metílico y, "según se advierte expresamente en la etiqueta" del envase, se trata de un producto "fácilmente inflamable y tóxico por inhalación", remarca el ministerio fiscal en su escrito. La fuerte llamarada que se produjo tras prender fuego "envolvió" a la mujer y le impidió salir hasta que vinieron los bomberos y la policía, advertidos por la alarma de incendios de la entidad bancaria, que la trasladaron inmediatamente al Hospital de la Vall d'Hebron con quemaduras en el 65 por ciento del cuerpo, que le provocaron la muerte al cabo de pocas horas.

La fiscalía considera que los dos procesados cometieron un asesinato con alevosía y ensañamiento, por lo que, al igual que la acusación particular, pide 25 años de prisión para cada uno, que es la pena máxima por asesinato. Además, los acusa de un delito de daños por los desperfectos ocasionados en el cajero de la entidad "La Caixa", valorados en 26.717 euros, por lo que pide que sean castigados a otros tres años de prisión.

En la agresión, que fue grabada por las cámaras de seguridad de "La Caixa", también participó un menor de 16 años que en 2006 ya aceptó la condena de ocho años de internamiento por un delito de asesinato con ensañamiento. Fue el menor quien convenció a la mujer para que abriera de nuevo la puerta de la oficina, tras haber sufrido ya una primera agresión por parte de los dos acusados mayores de edad, lo que facilitó que éstos pudieran volver a entrar en una segunda ocasión para supuestamente rociar a la mujer con el disolvente. La calificación fiscal también solicita que los acusados indemnicen a los herederos de la víctima con 98.000 euros por su fallecimiento.