La ciudad de San Francisco, símbolo de tolerancia y progreso, ha sido pionera en muchas otras batallas. Fue escenario de la revolución gay de los años 60, en su ayuntamiento se celebraron los primeros matrimonios entre personas del mismo sexo y sus políticos y dirigentes han sido pioneros en la aprobación de leyes contra el cambio climático y la reducción de gases contaminantes.

Ahora se ha propuesto luchar contra otro de los graves problemas que padece Estados Unidos, la obesidad infantil, con una ejemplar iniciativa que obliga a las cadenas de comida basura a retirar de sus menús para niños los juguetes que suelen incluir como gancho para que los más pequeños de la casa caigan en sus redes.

En el centro de la diana están el archiconocido Happy Meal de McDonalds o el Diverking de Burger King.

La nueva normativa prohibirá los juguetitos en aquellos menús que superen las 600 calorías, en los que más del 35% de su valor nutricional provenga de grasas y en los que sobrepasen determinados límites de sodio o no incluyan una ración de frutas o vegetales.

PULSO POLITICO El alcalde de San Francisco había comunicado en las últimas semanas que vetaría la nueva legislación, que no entrará en vigor hasta diciembre del 2011, pero la norma logró salir adelante con suficientes votos para evitar que Gavin Newsom pudiera frenar una ordenanza que cuenta con el respaldo de buena parte de la población y es aplaudida por pediatras y organizaciones médicas.

Los datos son alarmantes. Uno de cada tres niños en Estados Unidos tiene problemas de obesidad. Las autoridades sanitarias no dudan de hablar de epidemia.

El 15% de los niños de seis a once años son obesos, el triple que hace 30 años. El problema es aún más grave entre las minorías negra y latina, donde la obesidad infantil afecta ya al 25% de los chicos.

El problema de la obesidad es de tal magnitud que desde que llegó a la Casa Blanca hace casi dos años, la primera dama, Michelle Obama, se ha convertido en una de las principales abanderadas de la lucha contra el sedentarismo, abogando por la necesidad de ofrecer menús saludables en las escuelas e invitando a las familias a que tomen conciencia y limiten la comida basura.

31 AÑOS DE VENTAS El primer Happy Meal se vendió en EEUU hace 31 años y desde entonces se calcula que McDonald´s ha vendido en todo el mundo 20.000 millones de esos menús. McDonald´s criticó ayer la prohibición.

"Estamos muy decepcionados", afirmó el portavoz de la compañía, Danya Proud. "Los padres nos dicen que es su derecho y responsabilidad, no la del Gobierno, elegir lo que es bueno para sus hijos".