Es una noticia que escarcha la sonrisa. Daryl Hannah, de 42 años, estrella polar de Hollywood, sopló ayer en Barcelona la vela del pastel de aniversario de la casa de congelados La Sirena, que cumple 20 años. Parece un chiste de esquimales. Pero fue cierto. La sirena de la película Un, dos, tres... splash! (foto inferior) --he aquí el guiño subacuático-- subió a un entarimado del restaurante Oven y con labios de coral hizo titilar la llama.

Pero, ¿cuál había sido el anzuelo? ¿El dinero? Probablemente. Su tarifa es superior a 60.000 euros (10 millones de pesetas). Los compradores de producto fresco podrían sugerir que Hannah es una actriz pasada. Error. Está a punto de estrenar Kill Bill , película de Quentin Tarantino.

¿Entonces? ¿Con qué red ha sido capturada? Con un señuelo infalible: la ciudad. Preguntada por los cantos con los que los sirenos la habían atraído, dijo con fervor: "¡Bar-ce-lo-na!".

FINCA LOS CABALLITOS

Sin embargo, la razón íntima de este viaje era otra. En Sevilla, Hannah había cabalgado un caballo andaluz. Para prestarse al espectáculo puso como condición montar un purasangre. Ayer la llevaron a la finca Los Caballitos, en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), propiedad del dueño de las tiendas Mango.

Pero antes de la fogosa monta cumplió con el compromiso de hielo. En el restaurante Oven respondió las preguntas de los periodistas, algunas con arpón.

El fallecido novio John John Kennedy: chitón. Su incipiente carrera de directora: "He hecho un documental y preparo un largo con elementos fantásticos". La película de Tarantino: "Hago de asesina samurai". Sus tres meses en Madrid: "Hemos rodado el libro Yo, puta basado en la prostitución". Los hombres, ¿fríos o ardientes? "¡Ardientes!".