'España: cambio radical'. Así se titulaba el demoledor reportaje que emitió el pasado domingo 17 de marzo la primera cadena de televisión pública alemana, Das Erste, en el programa Weltspiegel. La periodista Ute Brucker fue corresponsal en Madrid entre 2004 y 2008. Ahora, ha vuelto para visitar a sus amigos de Madrid, y se encuentra con "un país radicalmente distinto", tal y como explica en su blog el periodista residente en Alemania Ferran Porta.

El reportaje presenta a varias personas amigas o conocidas de Brucker que explican cómo ha cambiado su vida desde que empezó la crisis. La periodista dice que de entrada "todo parece como siempre", pero que "le duele cuando va conociendo las historias de cada uno". "La crisis ha llegado de pleno a mi círculo de amigos españoles", denuncia. Uno de los ejemplos que escoge es el de una trabajadora del ámbito público, Lourdes Sobrino, y explica que "cobra ahora 200 euros menos al mes" y que "ya no puede cocinar productos que antes se podía permitir". Otros casos son el de Paz, que lleva "20 años trabajando y este mes se queda sin trabajo", o el de un autónomo que asegura "ya no se puede esperar que alguien le dé trabajo, que el único camino es ser autónomo", entre muchos otros testimonios.

Corrupción, recortes y manifestaciones

"Domingo a las 13 horas, hora del aperitivo. En lugar de eso, miles de personas toman las calles. Hace cinco años, los domingos al mediodía eran para disfrutarlos, pero actualmente no hay fin de semana que en alguna parte de España la gente no salga a la calle para protestar o contra los recortes o contra la corrupción", relata la periodista. Así, Brucker se centra en el 'caso Bárcenas' y asegura que "los españoles están cabreados con lo que simbolizan esos sobres, que representan el dinero negro y la corrupción". La alemana también hace hincapié en el hecho de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no aceptara preguntas en dicha rueda de prensa. "Los periodistas pudieron estar allí dos minutos, luego se les echó de la sala. La declaración del presidente la tuvieron que seguir los periodistas por monitor. ¿Preguntas? descartado", lamenta.

Última palabra: los ciudadanos

"Mi bonita España ha cambiado mucho", explica la periodista. "Es más pobre y nadie tiene ya confianza en la política. Pero la última palabra la tienen mis amigos. Me cuentan que no han cambiado desde que me fui".