Por poco, por muy poco, pero el tradicional roscón de Reyes --el que habitualmente solo contiene un haba en su interior-- seguirá siendo considerado una sustancia legal en la Unión Europea. El Parlamento comunitario aprobará mañana una normativa sobre seguridad de los juguetes que prohibirá todos aquellos objetos que estén integrados sin un correcto embalaje en productos alimentarios y en los que haya que morder la comida para alcanzar el juguete. El roscón clásico se mantendrá en la legalidad porque el texto de la directiva no estima como juguetes los elementos que contiene el dulce. Sin embargo, "sí que se podrían establecer sanciones para los pasteleros que inserten elementos como una pequeña peonza o un cochecito", matizó ayer el eurodiputado Ignasi Guardans.

El representante de CiU en el Europarlamento aseguró que la normativa, que empezará a aplicarse en los estados miembros dentro de dos años aproximadamente, es "excesivamente sobreprotectora" y "bordea el ridículo" en el aspecto que atañe a la alimentación. Sin embargo, Guardans ha decidido no votar en contra de ella y solo abstenerse. La razón de esta neutralidad ante un documento que incluso llegó a plantear la prohibición de los patines para los niños es que "también incluye otras cuestiones positivas".

Además de incidir en el embalaje de los juguetes para evitar posibles atragantamientos, la directiva prohibirá "las piezas sueltas que puedan ser peligrosas y algunas sustancias químicas y metales pesados", con lo que se mejorará la seguridad, argumentó Guardans.

VETO A LA PIRULETAS CON LUZ Volviendo a la relación juguetes-alimentos, la normativa implicará la sentencia de muerte para un tipo de piruletas que se venden en Europa. Se trata de unos dulces que tienen una pequeña lámpara en su interior y a la que solo es posible acceder tras comerse el caramelo.

En este caso, insiste el eurodiputado catalán, el roscón de Reyes se ha salvado por muy poco, algo que no han conseguido los bollos de este tipo rellenos de crema en materia de seguridad aérea. Como recuerda Guardans, las actuales normas de protección en los aeropuertos prohíben embarcar tanto estos dulces como las también tradicionales ensaimadas.

El episodio en defensa del roscón de Reyes, que además de España tiene muchos y fieles consumidores en Francia, podría convertirse en uno de los últimos frentes abiertos por Guardans como diputado del Parlamento Europeo. Este político lleva batallando desde hace más de un año contra las "normas absurdas" establecidas por Bruselas sobre los controles de los aeropuertos.

Víctima de estas medidas (se negó a descalzarse antes de pasar por primera vez por el arco detector de metales y fue obligado sin que ninguna ley lo exigiera), sus críticas y sus propuestas han recibido el apoyo de otros europarlamentarios y de numerosos ciudadanos.